Me veo en el espejo y apenas y me reconozco, toda esta masa,
grasa, musculatura, me aleja de lo que soy, hasta los huesos me estorban si se
trata de ver el sol.
Me duele la memoria, la familia ,los hijos que aún no
llegan ,los amigos que están lejos ,el amante ,el amado ,el atole y hasta el
champurrado ,me duele el país ,el pueblo ,me duelen las manos ,las venas ,la
sangre ,el rojo ,el azul ,el verde ,los labios ,me duelen las rosas ,el agua
,el viento ,me duele este fuego que me quema lento.
Se pudre el apio, se cae al suelo ¿En dónde queda lo que
se comería el enfermo? El antídoto escondido en un beso.
-Maa-
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