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Así es, Yo
besé al Diablo.
Lo conocí en
un lugar común, con gente común, con un prejuicio común.
Éramos muy
parecidos, casi iguales, solo nos distinguía el sexo.
Me miraba a
los ojos, pero yo no podía corresponderle en ese instante, y aun así, no dejaba
de mirarme.
Yo no me
percataba, pero me seguía a todas partes. Yo no lo sabía, pero me devoraba con
su mirada.
El tiempo
pasó como las larvas de un cadáver, como el frío en verano. Me encontré sola,
sin nadie más a mi lado, llorando hasta ver salir el astro rey, hasta ya no
tener más agua que sacar.
El frío del
suelo me obligó a levantarme, y la luz brillante del amanecer me forzó a abrir
los ojos.
Y él estaba
ahí, justo enfrente de mí. Era tan igual, tan hermoso, tan perfecto.
La vida seguía
y mi mente vagaba como adolescente rechazada.
La vida
seguía, y rápidamente mis muñecas comenzaron a borrar las heridas que me
recordaban el pasado.
La vida
seguía, y nosotros también.
Juntos,
solos, con la sábana oscura rodeándonos con sus enormes brazos a mediados de
Marzo. Ahí, probé el sabor del infierno.
Yo besé al
Diablo.
Y no me
arrepiento. Día con día lo volvía a hacer, y día con día lo adoraba más que a
mi vida.
Por primera
vez sentí lo que era ser amada, con mi inteligencia y con mis zapatos sucios.
Con mis ojos y mi cabello siempre tan desordenado.
Mi mano
sentía lo que nunca percibió de alguien más.
Y miré en sus
ojos la eternidad, la ira, y un destello de humildad.
Yo vi al
Diablo llorar.
Los días
continuaban bajo el baile del Sol y la Luna. Las estrellas siempre tan
puntuales nos veían besar.
Nos veían
unidos en el erotismo, el dolor, el fuego y los abrazos.
Solo él sabía
mi miedo a la oscuridad.
Me incitaba a
jugar con el mal, a retar a la muerte, me provocaba a los momentos prohibidos.
También me
hacía llorar, padecía su ira. Pero me resignaba al verlo cabizbajo pidiendo
perdón.
Me dejaba ser
yo.
Yo besé al
Diablo. Y lo volvería a hacer.
Así como fue
ayer, así como será mañana.
Así como será
siempre
Yo besé al
Diablo.
Y me enamoré de él.
By: Lady Ostara
“Marea roja, flores y café”
Copyright
© Derechos Reservados
Julio
2011
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