Si los pensamientos que corren por mi mente no se
detienen, siento que todo estallará. Los recuerdos de mi vida huyen sin
sentido; no logro comprender el porqué de mis situaciones.
Desde ese día controlas mi vida sin que yo pueda
proceder. ¿Qué es lo que has hecho en mí? No sé por qué torna a difícil; la
situación no mejora y comienzo a dudar.
¿Qué es lo que obtengo a cambio? No veo resultados
coherentes para mi existencia. Lo que creía antes, ahora ya no lo es. Lo que
tenía, ahora me es insignificante. Un vacío eterno cubre mis ideas y transforma
mis emociones, se torna ante mí con un negro penetrante, dejándome sin aliento.
Si necesito continuar éste camino, dudo que yo gane…
Me detiene mi cordura, pero mis impulsos son más fuertes. Y cada vez que te
recuerdo no consigo deshacerme de lo que has hecho, ¿odio o admiración? Mi
mente sigue debatiendo.
Sé que lograré salir, sé que soy demasiado fuerte
para todo esto; lo único que necesito es encontrar la razón lógica para ponerle
final.
Ya no confío en ti, ya no confío en nadie. Una
niebla sofocante cubre mis ojos haciendo desconfiar de todos, menos de mí.
Si consigo seguir confiando en mí, no habrá
sentimiento, razón o fuerza para doblegarme… Ahora me doy cuenta de mi realidad
y sé que tú jamás fuiste real, o simplemente es mi consciente tratando de
negarte, pero ya es suficiente.
Si cambio o he cambiado ha sido por ti. Espero ver
confusión en tus ojos para así saber que he vencido.
Ahora solo me despido de ti, y espero pronto nos
volvamos a ver.
Isabel N. Osnaya
No hay comentarios:
Publicar un comentario